SAN FRANCISCO

Seguimos la ruta hacia SFO, donde pasamos tres noches, SFO es muy bonito, increíblemente europeo, recomiendo alojarte en China Town, es tranquilo y seguro día y noche, ir a comer a “House of Nankin” el mejor chino que he comido en mi vida, cuidadín con el Civic Center por la noche, es muy deprimente y la concentración de vagabundos te hace sentir muy tristes, estos americanos tan preocupados por el aborto, pero pasan un kilo de sus abueletes en silla de ruedas durmiendo en las calles y viviendo de la caridad. Al norte de Chinatown está North Beach el barrio italiano, lleno de restaurantes italianos, sostienen algunos locales que todo está controlado por la Mafia, no lo sé, lo único que sé es que los restaurantes son chulos, especialmente uno llamado “The stinking Rose” donde todos los platos tienen ajo, dicen que hasta los postres, pero no comimos ahí, comimos en otro que tenía buena comida pero un servicio pésimo, tardaron muchísimo en servir la comida y nos clavaron por lo que pasamos de volver a comer ahí, bajo mi punto de vista es mejor ir a comer a un chino (está plagado de ellos, es cuestión el de elegir el que se vea ambientado o alguna recomendación de una guía de fiar) o a un japonés, antes de entrar en el arco de Chinatown hay un japonés bastante decente con menús de buen precio.
Al final de North Beach están los muelles, Fisherman´s Wharf que es un Disneyland portuario falso y de plástico con un pestazo a comida basura mezclado con dulces que nos revolvió a todos el estomágo, lo que si vale la pena es ver a los leones marinos retozando en el muelle, son adorables, y ahí están para deleite de la concurrencia, me causo una honda impresión verles allí y me costó trabajo sustraerme a la fascinación que me causaron.
Lo más interesante de SFO en el centro puede recorrerse a pie tranquilamente, tiene que gustarte andar eso sí, porque nos dimos unas pateadas de aupa, estuvimos a punto de coger un tranvía pero el elevado precio del billete nos disuadió, principalmente porque cometimos el error de comprar una de esas excursiones en autobús rojo que era otra basura y que nos costó 27 USD por barba,¡ que dinero más tirado! El recorrido que hacía lo podíamos haber hecho a pie tranquilamente, lo cogimos sólo dos veces ya que pasaba cada media hora, las paradas no estaban bien definidas, y para colmo de males, el mismo filipino plasta que hacia de guía nos tocó las dos veces y la última vez nos acompañó a la salida del autobús gritando: LA PROPINA, LA PROPINA, y clavandonos su p.... gorra en la barriga, por supuesto no le dimos ni un centavo, aunque la culpa fue en parte nuestra ya que no debíamos haberla comprado sin haber consultado antes las paradas que realizaba y el recorrido que hacía, en fin nos precipitamos y lo pagamos, cosas de los viajes.

Una excursión interesante sin más, es ir a la Isla de Alcatraz y visitar la vieja penitenciaria para hacerte una idea como era la vida de los presos y la prisión que tanta negra mística desató a través del celuloide, la excursión la reservamos desde España y menos mal ya que estaban completos a una semana vista.

El servicio de barcos está muy bien y para salir de la isla hay uno cada media hora.